jueves, 14 de octubre de 2010

criterios para seleccionar material ludico en el maternal










 ¿CUÁLES SON LOS CRITERIOS A TENER EN CUENTA PARA LA SELECCIÓN DE OBJETOS Y LA CONSTRUCCIÓN DE DIFERENTES ESPACIOS LÚDICOS EN EL JARDÍN MATERNAL?


                    
















   INTRODUCCIÓN

  Este trabajo se basa en el jardín maternal, específicamente en los materiales u objetos lúdicos que en el se utilizan se pretende realizar una comparación de la teoría y la práctica, ya que los niños que transitan por esta etapa no son todos iguales  debido a su periodo cognitivo y a su entorno social, es por eso que hacemos énfasis en la diversidad de juegos y juguetes que el docente debe brindar a los mismos, nos pareció muy importante este tema ya que la base del jardín maternal es el juego y quisimos resaltar su importancia por que no solo se debe brindar situaciones lúdicas sino que estas deben ser significativas para los niños.
  Comenzamos por la definición de jardín maternal para brindar al lector una mirada hacia lo estructural del mismo, luego detallamos las características del niño de distintas edades, seguidas de la definición de juego y juguetes, por último nos referimos al rol docente con respecto al juego, y también anexamos entrevistas a docentes de este nivel.
  Se pretende dar cuenta que los niños son personas pequeñas y hay que brindarle lo adecuado para su desarrollo, y por el simple motivo de ser niños NO se los puede limitar a lo que el docente esté dispuesto.
























                              DESARROLLO



¨     Los jardines maternales y su historia


  Los jardines maternales tienen su origen en las guarderías. Las comunidades religiosas, las sociedades de beneficencia y algunas empresas fueron las primeras en dar ese tipo de asistencia. Estas instituciones brindaban ayuda a la madre que trabajaba fuera de su hogar.
  Las dos primeras “salas-cuna” creadas por el Patronato de la infancia comienzan a funcionar en 1895.
  Posteriormente, la Subsecretaria de Acción Social pone en funcionamiento una serie de jardines maternales con características netamente asistenciales. Estas organizaciones brindaban a los niños alimentación adecuada y atención médica. El personal no necesitaba tener ningún tipo de preparación especial; para trabajar bastaba tan solo con su interés por los niños. El cargo que ocupaban se denominaba “cuidadora”, y la persona encargada de la conducción, “jefa”.
   En 1987 había 11 jardines maternales y cuatro Centros de Acción Familiar (CAF) en la Capital Federal. Los primeros atendían a niños desde 45 días hasta 3 años, mientras que los CAF, desde 3 hasta 5 años. La capacidad de estas instituciones variaba de acuerdo con sus características edilicias, oscilando entre 35 hasta 130 en los jardines, y entre 50 y 150 en los CAF.
  El horario que cubría entonces era desde las 7 o las 8 hasta las 16 o 17. Los niños podían cumplir distintos horarios. No se regían por el calendario escolar; es decir que no cerraban por vacaciones.
  El personal que componía estas instituciones era el siguiente: jefa, asistente social, médica, auxiliar de enfermería, psicóloga o psicopedagoga, cuidadoras, ecónoma, cocinera, planchadora, administrativos, mucamas y personal de mantenimiento.
  En el ámbito privado los jardines maternales tienen  un gran desarrollo. Según datos obtenidos en 1985 eran cuatrocientos cincuenta en la Capital Federal, de los cuales solo 85 atendían a niños desde los 45 días hasta los 36 meses de vida.
  Sólo en 1986 se firman convenios entre las secretarías de Salud y Educación para dotar de personal docente a los jardines maternales que funcionan en hospitales. Esto genera  la dificultad, de la inclusión de personal que supuestamente estaba capacitado en la teoría junto con aquel que tenía una experiencia surgida de la práctica con los niños. Así es como se va intentando introducir en estas instituciones, inicialmente asistenciales, la necesidad de la atención educativa de los niños y consecuentemente la capacitación del personal a cargo de ellos.

  Posteriormente se ponen en funcionamiento jardines maternales dependientes de la Dirección de Nivel inicial de la Secretaría de Educación de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.
  Según datos obtenidos por el equipo de jardín maternal que trabaja desde 1991 en la Dirección de Capacitación , Perfeccionamiento y Actualización Docente (DCPAD) dependientes de la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, existen 14 jardines maternales  dependientes de la jurisdicción municipal, siete de los cuales funcionan en predios hospitalarios, tres en escuelas infantiles y los restantes en otras instituciones, como la Inspección General de la Municipalidad, por ejemplo.
  La estructura organizacional es la misma que la de las instituciones escolares: la conducción está a cargo de una directora, una vicedirectora y una secretaria. 
  Estas tres docentes conforman lo que se llama el “equipo de conducción”.
  Estos jardines maternales además de contar con el equipo mencionado anteriormente, también lo hacen con maestras, celadoras y auxiliares de acuerdo con sus necesidades. Algunos tienen médicos, otros tienen los servicios que les provee el hospital donde están insertos.
  En cuanto a la provisión de alimentos para los niños, algunos jardines tienen cocina y elaboración propia; a otros los provee el hospital donde funcionan, o algún concesionario.
  El horario de funcionamiento, es variable, ya que se adecua a las necesidades de la comunidad a la cual ofrece su servicio. Abren entre las 6 y las 8, y cierran entre las 15 y las 21; algunos jardines están abiertos hasta 15 horas diarias.
  Estas instituciones tampoco se rigen por el calendario escolar, y su personal alterna las vacaciones para poder cubrir todo el horario de atención.
  La capacidad también es variable; desde instituciones pequeñas, que atienden a una población infantil de cuarenta niños hasta otras que llegan a los doscientos niños.
 
  Ana Malajovich diferencia cuatro periodos:

Primer período-vigente hasta la década de 50-caracterizado por el primado de los aspectos médico-sanitario, en el cuál se crean las “salas cuna” según el modelo francés de la crèches.

Segundo período, que se extiende hasta la década del 70, está caracterizado por el primado de los aspectos sociales y el surgimiento de las guarderías. El problema de la atención a la infancia pasa a ser integrante de una preocupación por el desarrollo de políticas de prevención social dirigidas fundamentalmente a las familias de los sectores carecientes.

El tercer período se extiende hasta mediados de los años 80, y está definido por el primado de los aspectos psicológicos y la aparición de los jardines maternales. Ana Malajovich señala que “por primera vez, la situación de la primera infancia es analizada desde sus propias necesidades, ocupando el lugar de atención que antes se brindaba a la familia y especialmente a la mujer”. En este sentido, “el niño como objeto de cuidado pasa a ser concebido como sujeto de cuidado”.
  En ese periodo, cuando surge el cambio redenominación de “guardería” a “jardín maternal”. Como señala Julia Prieto, se toma el nombre de jardín porque “entroncaba con la tradición froebeliana del kindergarten, y porque sugería la idea de cultivo, cuya etimología es la misma que la de cultura; y maternal porque acentuaba, por una parte, la relación afectiva de base que debía existir entre los niños y sus maestros”.

  El cuarto período –que atravesamos actualmente- está caracterizado por emprimado de lo pedagógico y el surgimiento de la escuela infantil.
  Se entiende por escuela infantil aquella que abarca la formación del niño desde los 45 días hasta los5 años de edad. Comprende dos ciclos: el jardín maternal y el jardín de infantes.
 
Objetivos
*       - Brindar al niño de 45 días a 3 años las condiciones ambientales, afectivas y de atención, adecuadas para asegurar su desarrollo integral en todos sus aspectos.
*       - Darle una solución practica a las necesidades sociales, económicas y psicológicas de la mujer que trabaja.
*       - Proporcionar afecto para los pequeños, sin distinciones de ningún tipo, la igualdad de oportunidades.
*       - Cuidar el capital humano de que el país dispone.
*       - Orientar a las futuras madres proporcionándoles la asistencia prenatal y postnatal adecuada.
*       - Realizar funciones de extensión permanente, funcionando como Escuela para Padres. Organizar reuniones, charlas y cursos con la educación de los niños, cuidados, etc. Difundir conceptos fundamentales de respeto a la personalidad y derechos del niño.
*      

¨     Reglamento del Jardín Maternal

Capitulo 1: Introducción.

Artículo 1:

Los jardines maternales dependientes de la subsecretaria de la Acción Social funcionarán de lunes a viernes de 6 a 18 hs.

Artículo 2:

El niño permanecerá en el Jardín Maternal durante el horario de trabajo de la madre.

Artículo 3:

Los niños se distribuirán en los siguientes asesores.

Nursery:

De 45 días a 2 meses de edad.

Deambuladores:

De 13 a 23 meses de edad.

Infantes:

De 24 a 45 meses de edad.

Capitulo 2: Reglamento para el personal.

Artículo 4: Funciones del jefe:

1-Dirigir a todo el personal del Jardín Maternal, controlar su asistencia, puntualidad y cumplimiento de las normas vigentes.     
2-Supervisar las tareas administrativas de servicios necesarios para el funcionamiento del establecimiento.           
3-Ser responsable de la recepción, registro, distribución y salida de la documentación que e tramite.  
4-Ser responsable de la elaboración y cumplimiento de los menús que se brindan en el establecimiento, de acuerdo a las pautas fijadas.        
5-Supervisar los depósitos de víveres y elementos y llevar el control de registros correspondientes.     
6-Elevar las solicitudes de reaprovisionamiento.          
7-Gestionar los trabajos de mantenimiento y reparación.        
8-Coordinar las tareas que prestan los distintos sectores, brindando el asesoramiento necesario.        
9-Velar por el aseo y buen mantenimiento de los servicios a su cargo.        
10- Proponer toda mejora que haga a la prestación de los servicios.           
11- comunicar a la superioridad toda situación anómala que se presente y tomar las providencias inmediatas que es casi de urgencia requiera.   
12- Tener a su cargo el patrimonio del Jardín Maternal, debiendo realizar un recuento periódico de los elementos.    
13- Supervisar y elevar los pedidos y citas de elementos.
Las funciones relativas a la elaboración de los menús, depósitos de víveres y reaprovisionamiento  números 4, 5 y 6, regirán únicamente en los Jardines Maternales que no funcionan en los centros sociales educativos.
Se deja expresa constancia que todos los jefes de Jardines Maternales deberán velar por el cumplimiento de los menús aprobados.

Artículo 5: Funciones del Servicio médico:

1-Realizar los exámenes previos, consignando los resultados de los mismos en la ficha medica correspondiente.     
2-Controlar el cumplimiento de las disposiciones vigentes en materia de vacunación.      
3-Efectuar control medico diario de los pequeños asistentes, dejando constancias en la ficha correspondiente de las realizaciones. En los casos que fuera necesario, efectuar la orientación y atención adecuadas.  
4-Realizar el control antropométrico de los niños concurrentes, asentando en las fichas correspondientes las variaciones observadas.    
5-Velar por el cumplimiento de una dieta alimentaria adecuada.       
6-Asesorar a las madres respecto del cuidado de los niños fuera del establecimiento.

Artículo 6: Funciones del servicio social:

1- Realizar entrevistas de solicitud de ingreso.
2-Efectuar las visitas domiciliarias correspondientes para determinar el grado de necesidad a efecto de adjudicar las vacantes y confeccionar la ficha social.   
3-Entrevistar al personal de los distintos sectores del jardín maternal para tratar problemas que presenten los niños en su adaptación a la institución.         
4-Coordinar la acción con otras instituciones publicas o privadas.    
5-Confeccionar los informes y estadísticas correspondientes.

Artículo 7: Funciones del personal administrativo:

1-Recibir, registrar, distribuir, archivar y dar salida a los  documentos que se tramitan en el establecimiento.           
.2-Ejecutar la tramitación de expedientes, notas y actuaciones.                    
3-Confeccionar los pedidos de trabajo de mantenimiento y reparación y los correspondientes al reaprovisionamiento de elementos necesarios para la adecuada prestación de los servicios.    
4-Confeccionar el libro de firmas del personal del establecimiento.  
5-Informar diariamente al Departamento Personal de la Subsecretaria de Acción Social sobre las novedades que se registren respecto de la asistencia del personal.
6-Realizar el control y la confección de planillas inherentes a la parte administrativa de los distintos sectores            .
7-Llevar el registro de resoluciones que interesen a la dependencia.
8-Llevar y mantener actualizado el inventario de los bienes patrimoniales. Proceder a la confección de los registros correspondientes y de los pedidos de altas y bajas de elementos.

Artículo 8: Funciones de la economía:

1-Supervisar diariamente la elaboración del menú que se sirve a los niños concurrentes, de acuerdo al revés.            
2-Llevar un registro de asistencia diaria del grupo de niños a su cargo.       
3-Controlar diariamente el equipo de ropa de cada niño a su ingreso y egreso del establecimiento. 4-Tener a su cargo la atención integral del niño; cambio de ropa, higiene, alimentación, recreación y vigilancia del sueño.           
5-Efectuar la preparación de los biberones y proceder a la higiene de los mismos.
6-Guiar el desarrollo evolutivo del niño; conformes a las pautas señaladas en el Plan de Actividades previstas para cada grupo.
7-Informar al jefe del establecimiento toda vez que detecte cualquier anomalía respecto del estado de salud de los niños a su cargo.

Artículo 10: Funciones de las mucamas:

1- tener a su cargo la limpieza general de los locales con excepción de los destinados a cocina y dependencias afines.         
2-Preparar las mesas y servir las comidas.       
3-Efectuar la limpieza de las vajillas y utensilios que utilizan para el desarrollo de su tarea, cuidando el orden de los mismos.

Artículo 11: Funciones del personal de cocina:

1-Preparar los alimentos de acuerdo con los menús establecidos. 2-Realizar la limpieza del local destinado a cocina y dependencias afines, así como de los implementos que se utilicen en la preparación de los menús.          
3-Descargar y acondicionar en los locales destinados a tal fin, los víveres y elementos de limpieza que se utilicen en la dependencia.

Artículo 12: Funciones del personal:

Ropa, atendiendo a su ordenamiento, distribución y clasificación.

Capitulo 3: Plan de actividades.

1)     Nursery:

Los niños estarán a cargo de cuidadoras, quienes los alimentaran, efectuaran el cambio de pañales y los harán dormir, cuidando de establecer vinculo afectivo con los pequeños.    
Se posibilitará a los mayorcitos el gateo, uso de corralito y de juguetes adaptados a su edad: pelotas, juguetes blandos, sonajeros, etc.

2)     Deambuladores:

En este sector, los niños efectuarán las comidas en grupo y se los estimulará en el uso de la cuchara. 
Asimismo, teniendo en cuenta esta etapa evolutiva, se afianzara al niño en la marcha y, a los mayores, se los comenzará a orientar en el control de esfínteres.

3)    Infantes: Se completará el aprendizaje del uso del tenedor y la cuchara.

Los niños aprenderán a valerse por si mismos en el cambio de ropa.

¨     Características del niño

§       El niño de 0 a 3 meses:

En el primer trimestre de vida podemos decir que la conducta del bebé se caracteriza por reflejos, entendidos estos como reacciones automáticas ante estímulos que se le presenta. Estos reflejos deben ser valorizados, ya que permiten las paulatinas adaptaciones al medio ambiente.

 Primer mes:

-          Fija la mirada brevemente en el rostro de la madre.
-          Observa un objeto pero no lo busca.
-          Se agita o inmoviliza ante sonidos fuertes.
-          Levanta momentáneamente su cabeza en posición sentada con ayuda y acostado boca abajo.
-          Emite sonidos guturales.
-          Uso de mecanismos reflejos: succión, búsqueda, prensión, palpebral, moro, babinski.
-          Llora para expresar distintos mensajes.
-          Sonríe al rostro de la madre.
Segundo mes:
-          Fija la mirada en el rostro humano.
-          Retienen su atención por más tiempo, los objetos que se mueven o balancean.
-          Sostiene momentáneamente su cabeza cuando esta boca abajo.
-          Comienza en gorjeo.
-          Comienza a descubrir sus manos y su movimiento.
-          Puede tomar algo que se le acerque a su mano.
-          Agita sus brazos y/o piernas, cuando se lo estimula. Está alerta ante los distintos estímulos auditivos, visuales, táctiles, etc.
-          Se sobresalta ante ciertos ruidos o se manifiesta ante estos con un gesto.
-          Es capaz de manifestar angustia, excitación y placer.
-          Se comienza a estructurar la relación circular primaria.

Tercer mes:
-          Responde ante la sonrisa del adulto.
-          Se ríe como respuesta a una interacción y llora si su juego es interrumpido.
-          Emite algunas vocales.
-          Inicia la socialización, emitiendo sonidos, tosiendo o moviendo la lengua.
-          Vocaliza sus estados de indecisión y protesta.
-          Juega emitiendo sonidos de balbuceo, ronroneo y gárgaras.
-          Distingue los sonidos del habla de otros sonidos.
-          Responde con vocalizaciones prolongadas, cuando se le habla.
-          Manifiesta alegría y enojo, a través del lenguaje verbal y/o gestual.

§       El niño de 4 a 6 meses:

Durante este segundo trimestre, los reflejos arcaicos parecen borrarse por completo de la conducta del bebé. A principios de este período va perdiendo el reflejo de prensión palmar, sin embargo esto no implica la ausencia absoluta de la actividad prensil, ya que ante algún objeto que se le presenta manifiesta su interés agitando los brazos. Los movimientos parten de los hombros, ya que todavía no se registran de manera aislada o diferenciada.

Estos primeros acercamientos al objeto se ven en este momento precedidos por la fijación ocular sobre el mismo, que los diferencia notablemente de la prensión reflejo. Pero la coordinación ojo mano no es suficiente, ya que debe existir un estímulo atractivo y el niño debe estar dispuesto afectivamente a prestar atención a un objeto externo.

-          Puede llevar la cabeza y sus manos a la línea media del cuerpo, acostado boca arriba adopta posición corporal simétrica.
-          Juega con sus manos, las observa.
-          Puede elevar y sostener su cabeza apoyándose en antebrazos, acostado boca abajo.
-          Sostiene erecta su cabeza.
-          Es capaz de girar su cabeza de lado a lado, siguiendo con la mirada un objeto en movimiento.
-          Desarrolla reacciones circulares secundarias.
-          Intenta movimientos de prensión con sus manos abiertas, cuando se le ofrece un juguete.
-          Sostiene un objeto puesto en sus manos y los sacude.
-          Gira su cabeza e intenta buscar la fuente de sonido o de la voz que lo llama.
-          Estabiliza progresivamente los ritmos de alimentación, sueño y vigilia.
-          Disfruta el intercambio de mimos y caricias.
-          Reconoce los estados de ánimo de su madre.
-          Vocaliza cuando se le habla.
-          Emite los sonidos, vocálicos y muchos consonánticos, combinándolos y enriqueciéndolos en el juego con el otro.
-          Posee un monólogo balbuceante o lalación.
-          Disfruta de la compañía de otros niños.
-          Sonríe ante su imagen especular.
-          Juega con su cuerpo.
-          Tiende la mano hacia el juguete que se le ofrece.
-          Vuelve la cabeza cuando se lo llama.
-          Permanece sentado con ligero sostén.
-          Se lleva los pies a la boca y se chupa los dedos.
-          Sostiene su cuerpo con las manos y levanta las piernas, acostado boca abajo.
-          Se balancea, mese o gira.
-          Se sienta con apoyo, entre almohadones, enderezando la espalda.
-          Establece coordenadas sensoriomotrices coordinando la prensión con la succión y la visión.
-          Diferencia con facilidad los adultos que le son familiares de los extraños.
-          Comienza a requerir la presencia de los demás en su juego.
-          Le gusta salir de paseo.
-          Interrumpe las conversaciones a su alrededor vocalizando.
-          Deja de llorar cuando le hablan.
-          Comienza con la alimentación sólida.

§        El niño de 7 a 9 meses:

A los niños de estas edades las manos ya le son conocidas y las utiliza en sus actividades. Continúa explorando su cuerpo y descubre los pies y los genitales, así es que adquiere más datos para estructurar un esquema corporal elemental y fraccionado.
-          Puede mantenerse sentado
-          Sostiene el peso corporal, parado con ayuda.
-          Transfiere juguetes de una mano a otra.
-          Realiza prensión en rastrillo, incipiente oposición del pulgar.
-          Golpea o frota dos objetos.
-          Busca objetos cuando caen y juega a arrojarlos.
-          Juega con su cuerpo, se agarra los pies.
-          Toca y acaricia su imagen especular.
-          Juega al escondite.
-          Come sólidos con cuchara sin dificultad.
-          Se angustia en ausencia de la madre, expresa temor o desconfianza ante extraños.
-          Conversa continuamente, chapurrea, farfullea.
-          Combina casualmente sílabas pero aún sin significado.
-          Comprende si se lo llaman por su nombre.
-          Cambia por si mismo de posición.
-          Gatea o se desplaza.
-          Imita gestos.
-          Comprende una prohibición.
-          Muestra miedo a lugares extraños.

§       El niño de 10 a 12 meses:

En esta etapa el niño ya se sienta sin dificultad estando acostado. Alcanza inclinándose hacia delante los objetos que le interesa e incluso se desplaza hacia ellos. Otras veces, gira del cúbito dorsal al ventral, desplazándose por medio del gateo. Hacia fines de esta etapa comenzará a dar sus primeros pasos. Estas adquisiciones no se dan automáticamente ni en forma reflejo, requieren una estimulación previa ya que en las mismas no solo intervienen factores de índole neurológico, sino que juegan un papel preponderante diversos factores emocionales, teniendo especial jerarquía el vínculo con su madre o sustituta materna.
A esta edad va adquiriendo nociones espaciales a través de sus propios desplazamientos que le ayudan a adquirir conciencia de las distancias que lo separan de los objetos. De la misma manera adquiere las nociones de profundidad, ya que es a través de sus juegos, que configura el espacio vertical.
En cuanto a la prensión ya se advierte una oposición del pulgar todavía imperfecto, ya que mantiene aún el índice flexionado, y sobre el final de este primer año vemos que la concretiza con pulgar e índice extendidos, lo que le permite tomar con precisión objetos pequeños. El dar y tomar, al comienzo es voluntario e implica un trabajo motor e intelectual, y va progresivamente automatizándose.
-          Se mantiene de pie con ayuda.
-          Camina sostenido con las manos.
-          Usa conductas de ensayo y error.
-          Atribuye lo que ve al resultado de sus propias acciones y cree que el origina una sucesión de acontecimientos.
-          Encuentra un objeto tapado.
-          Responde a la música balanceándose, meciéndose y murmurando.
-          Trata de imitar sonidos del lenguaje de los adultos.
-          Repite sílabas o palabras.
-          Parlotea espontáneamente.
-          Se inicia en la marcha solo o con ayuda.
-          Trepa escaleras.
-          Se acurruca y se inclina.
-          Saca y coloca objetos en un recipiente.
-          Ubica un objeto arriba de otro.
-          Aparta obstáculos para alcanzar el juguete que desea.
-          Tiene en cuenta desplazamientos visibles y sucesivos del objeto.
-          Frente al espejo explora las imágenes reflejadas de los juguetes.
-          Imita acciones simples de los adultos.
-          Traduce sus estados afectivos a través de la mímica.
-          Emite algunas palabras claras.
-          Reconoce objetos familiares por el nombre y comprende órdenes simples.
-          Ofrece el juguete al adulto. Puede entregarlo o no.
-          Ayuda a ordenar su lugar de juego, si se lo estimula y acompaña.
-          Necesita compañeros para volcar sus variados sentimientos.
-          Cuenta ya con una extensa gama de matices de emociones.
-          Descarga tensiones a través de la agresión corporal.
-          Al final del primer año ha incorporado alimentos sólidos en dietas variadas, duerme de diez a doce horas, han aparecido piezas dentales y presentan variaciones significativas en talla y peso.

§       El niño de 13 a 18 meses:

Habitualmente en todo este período hasta los dos años aproximadamente, se denomina a los niños como deambuladotes, ya que se caracterizan por sus impulsos motores. Afirma los logros alcanzados en el período anterior haciéndolos  más específicos y en el que adquieren vital importancia el desarrollo de la capacidad de comunicación y comprensión del lenguaje.
-         Marcha sin sostén, con piernas separadas.
-           Alterna cuadripedia con la marcha.
-           Se baja solo de una cama
-           Pone en práctica conductas experimentales, descubriendo nuevos medios a través de ella.
-          Conducta del cordel, del soporte y del bastón.
-          Tiene en cuenta los desplazamientos visibles y sucesivos del objeto.
-          Sabe dónde están las cosas, dónde estaban, adónde van, y a qué o quién pertenecen.
-          Le encanta empujar su cochecito, arrastrar o empujar objetos.
-          Toma objetos con la pinza de los dedos.
-          Intenta garabatear.
-          Disfruta de la exploración de materiales. Se conjugan habilidades manuales, digitales y en el plano simbólico la socialización de experiencias placenteras que derivan de la inauguración de la etapa anal.
-          Le interesa y descubre el manejo de aparatos de uso doméstico, esperando obtener resultados.
-          Se saca las medias, zapatillas, gorros, hebillas, moños e intenta ponérselos.
-          Comienza a comer solo, usa la cuchara.
-          Puede voluntariamente alejarse de su mamá y volver a ella cuando lo desea.
-          La madre es ahora un ser cariñoso y castigador.
-          Acepta separaciones por lapsos breves.
-          Trata de compartir su juego con el adulto.
-          Usa normas de cortesía y saludos varios cuando se le indica.
-          Pide lo que desea.
-          Aparecen regresiones y cambios de humor.
-          Comprende órdenes simples y las obedece.
-          Repite los actos que causan gracia a los otros.
-          Comprende más palabras que las que es capaz de pronunciar.
-          Posee un lenguaje más amplío.
-          Descubre que cada cosa tiene su nombre.
-          Crea palabras expresivas para nombrar objetos, como pepés por zapatos, etc.
-          Señala las partes de su cuerpo si se las nombra.
 

§ El niño de 19 a 24 meses:

Habitualmente se denomina al niño que se encuentra en este período como deambulador, ya que se caracteriza por sus impulsos de movimiento y exploración, por una conducta predominantemente motora. Es en esta etapa donde comienza a desarrollarse el juego simbólico.

-           Puede saltar voluntariamente.
-          Es capaz de tirar la pelota y patearla si va caminando.
-          Comienza el correteo.
-          Sube y baja escalones con ayuda.
-          Se trepa obsesivamente en todo lo que encuentra.
-          Utiliza diferentes juegos de locomoción, valiéndose de sus piernas, sin pedalear.
-          Puede detener la marcha y la carrera a una señal.
-          Utiliza un medio para alcanzar algún fin.
-          Trasvasa elementos.
-          Bebe sin ayuda.
-          Pellizca migas y objetos diminutos.
-          Mete los dedos en orificios.
-          Le quita la envoltura a golosinas y otros.
-          Arroja objetos al aire.
-          Intenta prender y desprender, abotonar y desabotonar, abrir y cerrar cierres.
-          Ya sabe lo que quiere y cuando lo quiere.
-          Descarga tensiones a través de sus juegos.
-          Le gusta estar con otros niños, pero aún no entabla una relación activa.
-          Lleva a una persona hasta el sitio donde él desea mostrarle algo.
-          Se aferra a sus pertenencias y a los adultos que quiere.
-          Le agrada comer en compañía de otros.
-          Conoce a todos los integrantes de la familia.
-          Incrementa sus demostraciones afectivas con ellos.
-          Puede imitar en ausencia del modelo (imitación diferida), por que concibe el objeto como fuentes de acciones.
-          Aparece el juego simbólico ( hagamos como si)
-          Reconstruye las causas al ver sus efectos.
-          Prevé lo que va a ocurrir en relación con sus propias experiencias.
-          Se representa los desplazamientos no visuales.
-          Adquiere la permanencia del objeto.
-          Puede pensar con ayuda de representaciones simbólicas incompletas.
-          Pasa del automotor a la representación.
-          Usa palabras para pedir cosas.
-          Comienza a abandonar la media lengua.
-          Ejecuta encargos complicados en dos etapas.
-          Dice si y no con sentido.
-          Hace trazos más firmes.
-          Logra realizar trazos verticales y circulares.
-          Al finalizar el segundo año ah incorporado todos los alimentos a su dieta, abandonó la lactancia y posee ritmos estables de alimentación, sueño y evacuación.

§     El niño de 25 a 36 meses:

En esta etapa se acrecienta, su autonomía. Su capacidad para expresar sus deseos posibilita que al finalizar esta etapa mengüen las rabietas, verbalizando y haciéndose entender por los otros. Unido a su mayor autonomía y a su creciente independencia, aparece con más fuerza el negativismo. Otro aspecto a considerar es la haraganería. El juego es fundamentalmente simbólico, y se observa una intensa actividad motriz.

-           Etapa de la actividad destrezas y autonomía.
-          Traslada objetos más pesados.
-          Cambia de posiciones con facilidad.
-          Patea intencionalmente una pelota.
-          Puede sentarse y pararse solo en una silla pequeña.
-          Coordina mejor los movimientos y prefiere corre a caminar.
-          Salta en profundidad y con los dos pies.
-          Se desliza por un plano inclinado.
-          Utiliza el triciclo y pedalea hacia atrás, pues le exige menor esfuerzo.
-          Comienza a utilizar el freno inhibitorio, controlando sus impulsos motores.
-          Sube y baja escaleras sin ayuda.
-          Reconoce distintas partes del cuerpo en una imagen.
-          Se diferencia él de los demás. Es egocéntrico y posesivo.
-          Se interesa por la propiedad de las cosas y personas.
-          Razona pero no comprende que ante una situación puede haber otros puntos de vista.
-          Necesita límites, pero se enoja frente a ellos.
-          Sus sentimientos son apasionados
-          Es difícil de persuadir.
-          Es reservado ante los extraños.
-          Disfruta al cumplir consignas de orden o higiene.
-          Comienza a esperar turno.
-          Elige compañeros para sus juegos.
-          Controla esfínteres.
-          No comparte el juego, pero si el espacio donde juega. La presencia del otro le sirve como estímulo (juego paralelo).
-          Interioriza la acción. Tiene pensamientos preconceptual.
-          El juego es fundamentalmente simbólico.
-          Le gusta disfrazarse y adornarse.
-          Hay conservación del objeto.
-          Señala las primeras relaciones espaciales.
-          Puede. Enhebrar, encastrar, ensartar, enroscar, abrir y cerrar.
-          Reconoce semejanzas, diferencias y atributos en los objetos, puede agrupar.
-          Construye en dos dimensiones.
-          El tiempo sigue dependiendo de sus propias actividades.
-          Sostiene el lápiz con los dedos y/o con las palmas de las manos.
-          Le pone nombre a sus dibujos.
-          Trata de representar gráficamente la figura humana (célula).
-          Su lenguaje es muy rico pero deforme.
-          Habla continuamente.
-          Se nombra a si mismo en tercera persona.
-          Comprende pronombres como vos y yo.
-          Puede narrar sucesos breves. Sus enunciados poseen intención comunicativa y contienen al menos dos palabras, muchas tienen tres y algunas hasta cinco o más.
-          Canta canciones.
-          Identifica sonidos de instrumentos, voces u objetos.
-          Al promediar el tercer año desarrolla una masticación mas firme que le permite desgarrar ingiriendo otro tipo y variedad de alimentos. Demora mucho para irse a dormir, debido a su creciente integración a la vida familiar, y adquiere el control diurno y nocturno de esfínteres.

¨     El juego

El juego es una construcción social, no es una rasgo natural de la infancia. El juego es una expresión social y cultural que se trasmite y recrea entre generaciones, y por lo tanto requiere de un aprendizaje social. Esto quiere decir que los niños aprenden a jugar: aprenden a comprender, dominar y, por último, producir una situación que es distinta de otras.
El juego es la manera vital de apropiarse del mundo que tiene todo niño.
Para él es la vida misma, en tanto y en cuanto sus adultos significativos le permitan y le posibiliten un tiempo y un espacio donde pueda emerger su posición subjetiva.
Las características fundamentales de todas las situaciones de juego son las siguientes:
-          Es una actividad libre, ya que es elegida por el sujeto que juega y puede interrumpirse o terminarse en cualquier momento. Pueden existir reglas, ya sean de forma explícita o implícita.
-          Supone la creación de un mundo paralelo, de una situación ficticia, donde se utilizan elementos de la realidad al tiempo que el jugador sabe que lo que se hace no es verdad, que puede entrar y salir de ese mundo cuando lo desee.
La autora Patricia Leñero en la revista “de 0 a 5 – La educación en los primeros años”, destaca la importancia del juego desde los primeros momentos en la vida del niño. La constitución subjetiva y el desarrollo de la inteligencia son recorridos en los cuales las actividades lúdicas son fundamentales. En la función de jugar, el adulto ocupa un rol primordial. Para un docente de jardín maternal reconocer esto desde su propia vivencia, desde su formación y su compromiso corporal y afectivo, le posibilitará elaborar las estrategias adecuadas en su labor cotidiana.
¨     El juego en los niños

- Introducción

Además de las necesidades físicas el niño tiene otro tipo de requerimientos: cariño y estímulo, cuya satisfacción es básica para su desarrollo mental y emocional.
Desde su primer día de vida el recién nacido es capaz de dar y recibir afecto y de relacionarse con otras personas. Esta interacción y el hecho de sentirse amado construirán su sentimiento de seguridad y de confianza en sí mismo.
Los lazos de afecto que se establecen en las primeras etapas de su vida, contribuyen a sentar las bases de las relaciones que tendrá en la vida adulta.
Los niños aprenden a través de la acción; por lo tanto, a medida que van creciendo, necesitan gozar de libertad para explorar y jugar. El juego es uno de los aspectos esenciales del crecimiento, favorece el desarrollo de habilidades mentales, sociales y físicas; es el medio natural por el cual los niños expresan sus sentimientos, miedos, cariños y fantasías de un modo espontáneo y placentero. Así mismo sienta las bases para el trabajo escolar y para adquirir las capacidades necesarias en etapas posteriores de la vida.
Durante la edad escolar, el niño requiere de ejercicio físico y de la recreación colectiva para fortalecer sus músculos y huesos, adquirir actitudes que favorezcan su convivencia, competencia e interrelación con los demás. El juego con otros niños favorece también el desarrollo de sus rasgos de carácter y personalidad. Por ello, la práctica constante de la actividad física y el deporte se hace indispensable para su pleno

- ¿Por qué juegan los niños?

El juego constituye en el niño su actividad central. Hace activo lo que muchas veces sufre pasivamente. El niño juega no sólo para repetir situaciones placenteras, sino también, para elaborar las que le resultaron dolorosas.
Al jugar, el niño exterioriza sus alegrías, miedos, angustias y es el juego el que le ofrece la posibilidad de elaborar, por ejemplo, los celos hacia un hermanito en el juego con un osito, al que a veces besa y a veces pega. El juego le aporta una larga serie de experiencias que responden a las necesidades específicas de las etapas del desarrollo.

Durante el primer año de vida, por ejemplo, los intereses se centran en el chupar, morder, explorar los juguetes, hasta la aparición de los dientes.
Más adelante, el "jugar a la mamá o el papá", le permite identificarse con aspectos de ellos que contribuyen en la formación de la personalidad.
A medida que van creciendo comienzan a jugar con los juegos reglados donde se observa cómo pueden competir, si aceptan o no las reglas, cómo reaccionan frente al ganar o perder, etc.
Un niño que no juega nos hace pensar que algo que le está sucediendo, y si esta situación se repite frecuentemente se hace necesaria una consulta.
Compartir el juego del niño es una manera de intercambiar con él, contenerlo, y volver a conectarse con una parte de niños que conservamos los adultos a través del tiempo.

- ¿Cómo juegan los niños?

El juego provee a los niños la oportunidad de hacer sentir su universo. Esto los ayuda a descubrir y desarrollar su propio cuerpo, descubrir a otros y desarrollar relaciones interpersonales para imitar papeles de la familia y descubrir nuevos modos de operar.
El juego le permite al niño conocer su mundo, descubrir su cuerpo, conocer a otras personas y relacionarse con estas, desarrollar vocabulario e imitar roles de adultos. El juego es un medio primordial en el aprendizaje de los niños de nivel preescolar. Estudios han demostrado que el juego con un rango de funcionamiento psicológico incluye pensamiento creativo, solución de problemas, habilidades para aliviar tensiones y ansiedades, habilidad para adquirir nuevos entendimientos, habilidad para usar herramientas y desarrollo del lenguaje.
Rousseau enfatizaba la importancia del niño, desarrollando sus instintos naturales, estableciendo un juego de niños en su ocupación natural y que no sienta alguna diferencia. Él veía el aprendizaje de los niños llevándose a cabo a través de la libertad y espontaneidad que el juego provee. Pestalozzi comenzó la primera educación al exterior enfatizando que los niños deben continuar como lo hacían en el hogar, en orden para. Rousseau veía el juego como una forma libre y espontánea de aprender. Pestalozzi creía que el juego debía ser igual al juego del hogar encaminado a aprender.     

El juego tiene motivación intrínseca. Es disfrutable, flexible, escogido libremente. No es literal. Requiere actividad verbal, mental y física. Krasnor & Pepler sugieren que el juego puro es una combinación de elementos. El juego del niño es simbólico (representando la realidad); significativo (experiencias relacionadas); activo (los niños están haciendo cosas); placentero (cuando se envuelven seriamente en una actividad); voluntario o intrínseco (motivado); los motivos son curiosidad, material, afiliación con reglas, expresado implícita o explícitamente, episódico, caracterizado por metas emergentes, cambiantes que los niños desarrollan espontáneamente.
El contenido del juego está influenciado por las experiencias de los niños y por el contexto en el que ellos se encuentran. El contexto puede incluir ambiente físico, tiempo, otros niños y adultos, culturas y expectativas. Jean Piaget propone que el juego puede ser pura asimilación, pero su relación o predominio de su asimilación sobre la acomodación es lo que define una actividad como juego. Dewey sugiere que el juego da prominencia o énfasis a una actividad sin mucha referencia a sus resultados. Bruner, Jolly & Silva, proponen que los niños usan invenciones en las reglas del juego en una forma creativa y generativa. Brunner y Sherwood ven el juego como una oportunidad para practicar su rutina de conducta. Los niños cuando juegan están continuamente percibiendo, usando contrastes: un aspecto social, de aprendizaje. El juego tiene un lugar particular en la Teoría de Piaget escribió:
"El juego es una forma particularmente poderosa de actividad que tiene la vida social y la actividad constructiva del niño. Las funciones del juego difieren con la variación de edad cronológica. Muchas actividades del exterior e interior de los niños son determinadas por el equipo, espacio y superficie."
- El juego: derecho de los niños
Podría decirse que el juego es casi un instinto con el que nacemos los seres humanos. En los primeros meses de vida el bebé juega con sus manos, las mira, las descubre y poco a poco entiende lo que puede hacer con ellas.
El juego es entonces la forma natural de incorporar a los niños en el medio que les rodea, de aprender, de relacionarse con los otros, de entender las normas de la sociedad a la cual pertenecen. 
Un bebé con su sonajero descubre sonidos y movimientos, una niña con su rompecabezas se divierte mientras piensa, relaciona y capta. Así mismo, un adolescente con juegos como "Escondidijos" o de deportes como el fútbol o el baloncesto aprende la importancia del trabajo en equipo, el respeto al otro sea adversario o no y el acatamiento de normas en pro del entendimiento y la sana diversión.
Casi todos los padres le han comprado a su hijo un carrito o una pelota y a su hija la muñeca a la que podrá darle tetero y cambiarle la ropita. Estos juegos de hecho son importantes, pero a los padres se les ha olvidado incentivar en sus hijos el juego creativo y, más importante aún, compartido. Sentarse con los hijos a hacer figuras de plastilina, a pintar, a leer un cuento, a jugar "Lotería" o "Parqués", o animarse a correr e inventar juegos que refuercen los lazos familiares.
El juego puede ser un fin porque proporciona diversión y esparcimiento pero también puede ser un medio para alcanzar un fin, y en ese sentido los padres pueden crear juegos para que sus hijos aprendan, por ejemplo, a recoger los juguetes después de jugar, despertarles el interés por algunos alimentos, enseñarles a lavarse los dientes y muchas cosas más.        
Hemos mencionado aquí todas las ventajas que tiene el juego y, sin embargo, desde el sistema escolar se está presionando al niño para que cada vez, a más temprana edad, entre a una educación formal en la que el juego tiene escasa cabida. Detrás de estas medidas hay más un interés monetario que cualquier otra cosa y no sólo se minimiza el potencial del juego en el aprendizaje sino que también se está olvidando la importancia del juego en el desarrollo emocional y afectivo de los niños.     
Un niño que juega es un niño que ama la vida, que entiende y tolera situaciones difíciles, que ama a quienes le rodean, es un niño que sonríe y es feliz.
El juego es un derecho que tiene todo niño y una oportunidad que tenemos los adultos de pasar un buen rato y de aprender de esa capacidad que tienen los niños de disfrutar y admirarse con las cosas simples. El juego es algo muy serio…
¨     Los juguetes
El material es un medio que amplía el universo de conocimientos del niño, y le permite ampliar su campo perceptivo cognitivo, estimulándolo a explorar y experimentar el medio externo; debe proporcionarle desafíos cognitivos. El juguete es un elemento sociocultural con un alto valor formativo para el infante y lo podemos considerar de valor lúdico-didáctico. Ningún juguete o material didáctico reemplaza la relación que se establece entre los niños y menos aún suplanta el vínculo de contención y apego que un adulto significativo establece con el infante. Solo es un intermediario que facilita las conexiones y hasta puede favorecerlas, pero jamás reemplazarlas. Una mirada, un abrazo, mimos, caricias, jugar a las escondidas son juegos que los niños necesitan para construir su mundo emocional y son mucho más valiosos que cualquier juguete educativo por más hermoso, vistoso, colorido o costoso que sea.
El juguete o material didáctico tiene que:
-          Fomentar la acción, no solo entretener, sino además fomentar el aprendizaje.
-          Responder a las acciones de los niños, con esto se logrará favorecer las relaciones causa-efecto.
-          El grado de respuesta de un material debe ser natural y no trucado.
-          Los juguetes a presentarles tendrían que favorecer los intercambios sociales así como momentos para poder jugar solos.
-          Los juguetes le deben permitir a los niños satisfacer sus propios intereses y necesidades.
-          Los materiales de juegos deben prestarse a una variedad de usos.
-          Los juguetes deben ofrecer experiencias de diversos modos.
-          El niño tiene que poder otorgarle significación y sentido al material que exploran.
-          Tienen que fomentar la adquisición de nuevos aprendizajes, generar desafíos. Actuar en la zona de desarrollo próximo.
-          Tienen que fomentar acciones interactivas.
-          Tienen que estimular el conocimiento del entorno sociocultural en el que viven los niños.
¿Cuándo un material didáctico reúne condiciones para su uso en el jardín maternal?
Debe ser:
-          Atractivo a los ojos del niño.
-          Variados.
-          No ser estructurados.
-          Seguros.
-          Cotidianos.
-          Higiénicos.
-          Livianos.
-          Durables.
-          Flexibles.
-          En lo posible heterogéneos.
-          Adecuarse a diversas edades.
-          Acordes a los conocimientos que aspiramos que los niños construyen.

- Los Padres y los juguetes

A los padres es bueno enseñarles, no solamente juegos y actividades, sino también como usar los juguetes en el hogar.  
En este sentido, pueden adaptarse las anteriores recomendaciones, a las cuales podemos añadir las siguientes:    

Los hijos deben escoger libremente sus juguetes, por lo que los padres no deben imponerles sus propios gustos. Solo es aconsejable realizar alguna intervención cuando el niño o la niña seleccionan un juguete no adecuado para su edad y desarrollo.      
Los padres deben dejar jugar a sus hijos con sus juguetes. No es infrecuente que se le compre al hijo un juguete, y luego sea el padre o madre el que juegue con el objeto. Por otra parte, el juguete que se le compra al niño o niña es para su uso voluntario y no para tenerlo de exhibición. En más de una ocasión hemos conocido de casos en que la niña, por ejemplo, tiene una colección de muñecas con las que nunca ha jugado, pues los padres le han coartado su uso, porque "las rompen", o " ha costado mucho dinero".           
Los padres han de saber que el juguete más costoso no es siempre el mejor, y han de preguntar a los educadores respecto a cuales adquirir para sus hijos. También en ocasiones se ve a padres que compran un juguete que les parece "lindo", y que luego el hijo o hija no disfrutan, y dejan pasar por alto otro que realmente es fundamental para su desarrollo.    
Aunque se redunde, los padres han de saber que el juguete no enseña a jugar, y que deben enseñar a sus hijos las acciones lúdicas, en una actividad conjunta plena de afectividad, paciencia y comprensión.    
Los padres han de evitar en sus hijos la formación de una actitud consumista hacia los juguetes, y que no todo en la vida se puede tener.
Los progenitores a su vez han de enseñar a sus hijos a compartir sus juguetes con otros amiguitos, y posibilitar el contacto grupal de los mismos.
Padre y madre han de jugar indistintamente con sus hijos varones y hembras, y en ocasiones hacer de esto un evento que agrupe a toda su familia nuclear.
Al igual que con los educadores, muchas otras recomendaciones pudieran darse a los padres para el mejor uso de los juguetes con sus hijos, vayan estos pocos consejos como un alerta inicial de los que han de tomar en cuenta en la educación de sus hijos.   
Así, el juguete expresa su importancia como elemento desarrollador de la formación y educación de los niños y las niñas, y destacan sus enormes potencialidades para la estimulación de todas sus inteligencias.

- Los educadores y los juguetes

En el centro infantil la utilización del juguete como medio didáctico o como objeto de conocimiento, ha de apoyarse en una sólida base respecto a las posibilidades que el juguete puede ofrecer, y de cómo usarlo para alcanzar los objetivos que se propone el educador en sus actividades pedagógicas.
Realmente hablar de un juguete didáctico es casi una tautología, pues cualquier juguete, esté diseñado o no con propósitos de enseñanza, constituye en sí mismo un medio de conocimiento del mundo, y un objeto que propicia ese conocimiento.
Por lo tanto, lo único que diferencia a un juguete didáctico de otro que no se dice que lo sea, es que el primero está dirigido y orientado conscientemente a la consecución de objetivos educativos y concretos, posibilitando dirigir la actividad lúdica de los niños y las niñas de manera organizada, sistemática y planificada, hacia un objeto específico. Por lo tanto, cualquier área de desarrollo puede tener juguetes didácticos, y cualquier inteligencia puede promoverse por ellos.       
Bien sea considerado como didáctico supuestamente concebido para el disfrute infantil, el uso del juguete en el centro infantil por parte de los educadores ha de tomar en cuenta ciertas consideraciones:          
El juguete, al igual que cualquier otro objeto de la cultura humana, no refleja directamente su función, sino que requiere de un aprendizaje progresivo, que se da generalmente en la actividad conjunta de los niños y niñas con los adultos. En este sentido, el juguete no enseña a jugar, aunque su fin sea muy evidente. Es el educador, con su paciencia y comprensión infinita, quien pone en contacto al niño y la niña con el mundo de los juguetes, y les enseña las acciones que están impresas en su significación.    
Todo educador ha de conocer profundamente los objetivos y metodología de cada juguete, para dirigir de manera más eficaz el proceso de apropiación por los niños y niñas de su significación constante.        
El niño y la niña han de tener posibilidades de entrar en contacto por sí mismos con los juguetes, y tratar por su propio esfuerzo de "descubrir" su función, pero el educador ha de estar presto a brindar el nivel de ayuda que se requiera caso de que no sepan, o no puedan, aprender directamente su función.
Todos los niños y niñas han de jugar con todos los juguetes, para posibilitar la estimulación de todas sus inteligencias.
Los niños y las niñas han de aprender a compartir los juguetes, por lo que la educadora ha de aplicar los mejores manejos educativos cuando alguno quiera tenerlos solo para sí. Una buena medida es estimular a los pequeños a jugar de manera conjunta con un mismo juguete, o disfrutarlo por un tiempo y luego legarlo a los otros.       
Un mismo juguete va a transformar su utilización en la medida en que se dan las diferentes etapas evolutivas, por lo que los educadores han de ampliar su rango de uso, conjuntamente con los cambios que se operan en los niños y las niñas. Por eso, los juguetes han de guardarse, o intercambiarse con los otros grupos etarios, y de esta manera se potencia su acción sobre los diferentes procesos y cualidades psíquicas.     
El educador ha de orientar y hacer ver a los niños y niñas las posibilidades que pude tener cualquier juguete, y no solamente la de su función evidente.
Los educadores han de crear juguetes artesanales, utilizando todas las técnicas al alcance y los materiales de desecho y reciclables, aunque existan posibilidades de su adquisición industrial. Los niños y niñas pueden cooperar en la elaboración de los mismos.     
Como estas muchas otras cosas pudieran aconsejarse a los educadores respecto a la utilización de los juguetes, solamente se han señalado algunas de las más importantes. Pero no solo a los educadores atañe esta problemática de los juguetes, también a los padres es aconsejable darles algunas recomendaciones.

- El juguete y el desarrollo físico y psíquico de los niños.

Siempre que se comienza a tratar sobre las particularidades del juguete y sus efectos y relaciones con el desarrollo de los niños y niñas, invariablemente se correlacionan con la significación del juego, pues en dependencia de la misma es que generalmente se concibe la elaboración de dichos objetos. Así, por ejemplo, J. Piaget establece una clasificación de los juegos que es ampliamente conocida, y en la que se especifican que estos pueden ser funcionales, de construcción, de reglas, de roles, y didácticos, si bien estos últimos no constituyen realmente una categoría en sí mismos, sino una que es extensible a las demás, concepto sobre el cual se ha de volver en un momento posterior.

Sobre la base de esta clasificación de los juegos se organiza a su vez una idéntica referente a los juguetes, y se habla entonces de juguetes funcionales, de construcción, de roles, reglas y didácticos, que tienen determinados contenidos, funciones educativas y patrones de acción, estrechamente relacionados con el desarrollo de los juegos a que se refieren, y que se materializan en tipos determinados de objetos que se supone gozan de estas propiedades. De esta manera el juguete aparece como algo sin significación en sí mismo como objeto de la realidad, y sus efectos sobre el desarrollo físico y psíquico se valoran solamente en sentido de lo que proporciona el juego como tal. Esto, que en cierta medida es aceptable, limita, sin embargo, conocer verdaderamente las posibilidades del juguete para el desarrollo de los niños y niñas, pues solamente lo concreta a la situación del juego. Y si bien esta es la actividad más importante del niño y niña de edad preescolar, no es el único tipo de actividad que estos realizan, y en la cual, el juguete, como objeto de la realidad, también ejerce una acción estimulatoria sobre los distintos procesos y propiedades psíquicas, aunque no estén inmersos dentro de una actividad de juego propiamente dicha.        

Por ejemplo, cuando el niño lactante manipula un objeto cualquiera, como puede ser una pelota (que generalmente se considera que es un juguete) y realiza varias acciones repetitivas con la misma, esto realmente no es un juego, ya que tales acciones se dirigen a conocer el objeto, sus particularidades y propiedades, y no a obtener un goce o disfrute con el mismo. A esta primera fase de la actividad con objetos es lo que se suele llamar como manipulación de objetos, y que siempre está dirigida al conocimiento de las características externas de los mismos. Pero, no obstante no está en una actividad propiamente de juego, sin embargo, dicho objeto (el juguete) ha propiciado una estimulación de diversos procesos y cualidades psíquicas, tales como la discriminación y diferenciación perceptual, la concentración de la atención, la generalización de relaciones, el razonamiento, en fin, ha tenido un efecto importante a los fines del desarrollo del niño o la niña.      
Claro está, si esto también puede o no considerarse como juego en una discusión histórica dentro de la ciencia psicológica, algo que no va a ser objeto de análisis en el momento, lo importante es hacer notar que las posibilidades del juguete para el desarrollo no solo se circunscriben a la actividad de juego en sí misma, sino que van más allá, al conjunto de todas las actividades que el niño y la niña realizan en su transcurso evolutivo. Y que, por lo tanto, su estudio no solamente ha de hacerse en relación con sus posibilidades para concretar los objetivos del juego, sino de las más variadas actividades que los niños y niñas hacen, y consecuentemente, referidos a todas sus cualidades y procesos psíquicos y físicos. Y esto amplía, la viabilidad del juguete como medio para potenciar el desarrollo infantil.        

De esta manera la finalidad de un juguete es estimular la actividad y la iniciativa de los niños y las niñas, posibilitando así que los más diversos procesos y cualidades psíquicas, así como las destrezas motrices, se desarrollen en relación con las particularidades intrínsecas de cada tipo de juguete y lo que este fundamentalmente promueve en cada acción psíquica o física. Se remarca señalar el aspecto "fundamental" que cada tipo de juguete potencia, para destacar que en un mismo objeto-juguete están asentadas no solo la acción psíquica que constituyen su función principal, sino también otras sobre las que igualmente ejerce un efecto, aunque no sea tan destacado en algunos casos. En el caso de la pelota anteriormente mencionada, si bien es obvio suponer que su principal dirección sea activar la actividad motora gruesa y los movimientos finos de la mano para el agarre, también actúa sobre la percepción de la forma, la sensibilidad táctil, la discriminación visual, entre otras propiedades. Ello evita considerar a un tipo de juguete exclusivo para una determinada particularidad del desarrollo, sino que abarca un amplio rango de posibilidades de estimulación.

Un fin principal del juguete lo es también el ofrecer al niño y la niña la oportunidad de expresarse y poner en práctica las nuevas habilidades adquiridas en las sucesivas fases de su desarrollo normal, en particular en la etapa infantil en la que el juego es la actividad fundamental y parte consustancial del medio en el cual se educan, constituyendo el instrumento básico de su proceso educativo.

- El juguete y la formación de la personalidad

Si el juguete reviste tal importancia a los fines del desarrollo físico y psíquico del niño y la niña, es obvio que su elaboración debe relacionarse estrechamente con las sucesivas etapas de la formación de su personalidad, que en cada período plantea necesidades y motivos particulares, los cuales es necesario conocer bien para saber a donde dirigir la estimulación. En este sentido se da una correlación entre el uso que el niño o la niña dan al juguete y las particularidades del desarrollo de la personalidad en el período. Así, un buen juguete puede servir en las sucesivas etapas de la vida, sin necesidad de estar creando nuevos y más variados juguetes, pues lo que cambia es la manera como los niños y niñas los utilizan en las diferentes edades. Un mismo objeto-juguete puede usarse durante mucho tiempo, pero irlo haciendo cada vez más complicado, de modo tal que implique una continua estimulación, nuevos elementos que obligan al niño y la niña a hacer un ejercicio mayor de su imaginación y originalidad. Al insertar el juguete en una actividad de juego cada vez más compleja, el mismo objeto requiere de nuevas acciones psíquicas, esto permite que mantenga su nivel de estimulación, continúe ejerciendo un efecto sobre los procesos y propiedades psíquicas, y actúe sucesivamente en las distintas fases del desarrollo de su personalidad. Pongamos un ejemplo referido al juego de cubos (bloques), tan usado en la estimulación del desarrollo sensorial:     
El lactante generalmente lo que hace es tomar las piezas, las tira, las golpea entre sí. Al gatear lleva las piezas de un lugar a otro, las vacía y llena en un recipiente.
El niño hasta los dos años rara vez construye una forma definida, pero logra hacer construcciones simples, como una fila o una torre sencilla.
El niño hasta los tres años ya hace verdaderas construcciones: torres complejas, puentes, trenes, barreras, entre otras.   
Los mayores de cuatro años insertan su construcción en un juego, se interesan por darle un nombre a su construcción, y suelen añadirle un argumento a la misma, que forma parte de su representación.          
A partir de los 5-6 años usan las piezas y construcciones de manera libre, asignándoles propiedades de los más disímiles objetos, a los cuales representan.          
Como se observa, el juego de bloques utilizado ha sido el mismo todo el tiempo, pero ha variado su forma de utilización en la medida en que se ha producido el devenir evolutivo del pequeño y se ha ido dando una transformación en sus procesos psíquicos, esto está también muy relacionado con los distintos períodos de la formación de su personalidad, que hace cambiar las necesidades y motivos, y consecuentemente, las acciones, los intereses y las formas del comportamiento.       
De esta manera el uso del juguete mantiene una correspondencia con el surgimiento y subordinación progresiva de los motivos, que constituyen uno de los componentes básicos en el desarrollo de la personalidad en las primeras edades.
Pero además, cuando el niño o la niña utilizan un juguete experimentan vivencias positivas o negativas relacionadas con el éxito o el fracaso de sus acciones con el mismo, lo que ejerce un efecto en sus emociones y sentimientos, en la esfera afectivo-motivacional.           
Tal necesidad afectiva de poder establecer una relación emocional con los objetos del mundo que le rodea, que se materializan entre otros en los juguetes, determina que cuando los niños o niñas no tienen posibilidades de establecer este contacto afectivo con tales objetos, por carecer de ellos, sustituyen los más disímiles y le dan categoría de juguetes: una botella se transforma en una muñeca, un pedazo de madera se convierte en un barco, una escoba se vuelve un caballo. Esta sustitución, que también tiene una explicación en el plano intelectual y que es un componente importante en el juego, tiene además una implicación afectiva muy importante, y va a tener efectos considerables en la formación del niño y niña como personas.
Por esto es muy importante que los juguetes se adapten a los distintos niveles de edad y a los intereses infantiles. Por lo general se presta atención al desarrollo del juego, mientras que la naturaleza de los objetos que intervienen en dicho juego reciben una consideración secundaria. Sin embargo, el niño y la niña conciben invariablemente al juguete desde el punto de vista utilitario, para que le sirvan en el juego, y cuantos más usos puedan concebirles, más los preferirán y durante más tiempo les interesarán.          
El mejor juguete es aquel que más se corresponda con el desarrollo psíquico y físico del niño y la niña, y el que de mejor manera satisfaga las necesidades y motivos que caracterizan su personalidad en formación. Por esto es indispensable un conocimiento profundo de las particularidades del desarrollo infantil para crear juguetes verdaderamente promotores de este desarrollo.
Si bien es cierto que deben concebirse los juguetes en relación con la edad, y por lo tanto, adaptarse al estado actual del desarrollo de los pequeños, es importante también relacionarlos con algunos que se adelanten en algo a sus posibilidades, para que incidan en su zona de desarrollo potencial, les sirvan de estímulo para alcanzar un nivel de desarrollo posterior. Este concepto, que tiene una significación particular dentro del proceso de enseñanza, la tiene a su vez en la utilización del juguete como medio de desarrollo del niño y la niña.
Por su propio devenir evolutivo el niño y la niña han de encontrar nuevas formas de acción en los mismos objetos y juguetes, pero el adulto ha de elaborar algunos que les obligan a utilizar recursos físicos y mentales de sus potencialidades. No es de olvidar que ningún objeto por sí mismo enseña a los niños y niñas a actuar, se requiere el concurso del adulto que es el que los pone en contacto con este mundo de los objetos, y les enseña las formas de actuación históricamente concebidas para estos objetos. En el caso que nos ocupa es bueno recordar que el juguete no enseña a jugar, al igual que un objeto cualquiera no demuestra por sí mismo su función, es necesaria una actividad conjunta del niño y el adulto para que, en el propio proceso de su acción, el pequeño asimile las relaciones y funciones que están impresas en la estructura del objeto. En esta actividad conjunta el adulto, al ubicar algunos juguetes que se adelantan un poco al nivel actual de desarrollo del niño y la niña, estimula sus zonas de desarrollo próximo o potencial, y se da como resultado un mayor nivel de desarrollo. Luego los niños y niñas aplicarán por sí mismos los conocimientos adquiridos, generalizarán relaciones, y descubrirán por su propia acción nuevos medios y formas de actuación con los juguetes, en un ininterrumpido proceso de crecimiento y desarrollo.

- La edad y los juguetes

Se ha hablado mucho respecto a la selección de los juguetes de acuerdo con la edad, bien sea la cronológica o del desarrollo. Sin embargo, las investigaciones demuestran que esto solo tiene importancia como guía general. 
El desarrollo del juego, y consecuentemente del juguete, es un proceso gradual, siendo su denominador común, la continuidad. Es decir, cada fase del juego es consecuencia de la etapa que le precedió, y en la actual, hacia su final, se van a dar las premisas de la fase posterior. En este sentido, en una misma etapa hay cuestiones referentes al estado actual, a lo que ya fue, y a lo que está por sucederse: determinar entonces que un objeto-juguete es propio y particular de una sola edad, puede conducir a graves errores en la educación del niño y la niña, en el desenvolvimiento de sus juegos, y en la selección de los juguetes.            
Tampoco, por supuesto, puede irse al extremo de no tomar en consideración la edad para la elección de los juguetes, pues en alguna medida cada edad tiene sus correspondientes particularidades y propiedades que le son típicas y características. Pero en general es más importante que el juguete se adapte al nivel mental y al desarrollo de la vida en sociedad del niño y la niña, que el restringirlo a una edad cronológica.          
No obstante, la edad cronológica si parece tener una importancia en la consideración de la estructura del juguete. En los niños y niñas más pequeños, el buen juguete no tiene que reproducir exactamente el objeto en cuestión, sino reflejar en términos generales su función. Sin embargo, el niño y niña al final de la etapa infantil se interesan mucho más por los detalles, y son menos tolerantes con las toscas distorsiones de la realidad en los materiales que se les proporcionan para sus juegos.
En síntesis, de acuerdo con el aumento progresivo de edad el objeto-juguete ha de reflejar de forma más exacta la realidad, para posibilitar un mejor desenvolvimiento del juego infantil.     
La edad es también un determinante importante en cuanto a las posibilidades de que el juguete permita la libre iniciativa y creatividad del niño y la niña. La mayor equivocación que se puede hacer en la lección de los juguetes es seleccionar aquellos que no permiten la variación y no se prestan a desplegar su habilidad creadora.      
Un último aspecto en referencia con la edad está circunscrito al tamaño de los juguetes. En las primeras edades los niños y niñas prefieren los juguetes grandes, de ahí que, por ejemplo las pelotas que se utilizan con estos sean más voluminosas que las usadas con los grupos mayores, lo cual está relacionado con sus posibilidades motrices e intelectuales. Al niño o niña también le interesan las reproducciones pequeñas: automovilitos, zoológicos miniaturas, soldaditos, que apenas atraen la atención de los más pequeños.



¨     El docente de jardín maternal

Dijimos que en el Jardín Maternal el juego es metodología, por los niveles evolutivos de los niños. Será tarea del docente integrar la necesidad de juego con la intención pedagógica. Para ello ha de tener en cuenta las variables de: tiempo - espacio - objetos  o juguetes.
El docente de un Maternal posee una estrategia metodológica esencial: la observación.
Mediante la observación llega a conocer mejor al niño, cuáles son sus peculiaridades individuales y a través de su conocimiento poder adecuar a ellos sus intervenciones educativas.
Al intervenir el docente con su propuesta lúdica, organizará el tiempo (duración del juego), el espacio (físico y emocional), los materiales (juguetes y/o elementos lúdicos)
El docente de Maternal observará cuidadosamente cómo las tres variables se van desarrollando en función de su planificación y de la realidad de la situación de juego.
Cuándo y cómo intervendrá aprovechando el tiempo, el espacio y el material para estimular al niño en la construcción de un nuevo conocimiento.
La repetición es una acción propia de los más pequeños por el placer que le genera, reitera sus acciones. Más adelante (aproximadamente 18 meses) aparece el juego simbólico con la adquisición de la capacidad de simbolización (capacidad práctica de dar significado inteligente a los objetos: asocia zapato con pie), y de los 18 meses en adelante, el juego simbólico se hace cada vez más inteligente, pudiendo por ejemplo: modelar con masa, sabiendo que no es para comer.
Por lo tanto, el juego y su contexto de justificación hará que el docente sepa por qué hacemos  lo que hacemos, por qué elegimos un determinado juego y/o juguete que justifique su intención educativa.
¿Por qué la actividad lúdica compromete lo corporal, lo afectivo y lo intelectual? Porque el juego se vive y experimenta en forma global.
La intervención pedagógica está dada en generar en el juego la ruptura necesaria que desestructure lo suficiente sin frustrar. Por ello el docente ha de estar atento y ha de conocer muy bien el nivel evolutivo ya que le permitirá saber hasta dónde llegar con ese niño. En la línea de la dinámica piagetiana, las actividades lúdicas funcionan como mecanismo de acomodación-asimilación.
El juego es una forma de experiencia cargada de socialización, conocimiento y creatividad.
























                                               CONCLUSIÓN
Terminado el trabajo, podemos decir que en el campo docente hay variedad de conceptos acerca de que es el juego, y cuales son los objetos lúdicos mas adecuados para los niños del jardín maternal, muchas veces las docentes se guían por las características del grupo en general y otras por las características de cada niño.
Luego de investigar con diversas bibliografías llegamos a la conclusión que el juego es el pilar fundamental de este periodo y que el niño lo realiza por puro placer siempre y cuando sea atractivo para el, aquí es donde nosotras como docentes tenemos la responsabilidad de brindar juegos y objetos lúdicos adecuados para las posibilidades cognitivas y motoras del niño, si es que queremos que la actividad sea significativa, ya que  no debemos olvidarnos que una adecuada estimulación será la base para su desarrollo intelectual.


















María Eugenia
Docente de jardín maternal (deambuladores II)

  ¿Para vos que es el juego en cualquier contexto?
El juego es la menera que tienen los niños para generarse conflictos y comenzar a socializarse.

 ¿Lo consideras importante en cualquier etapa infantil?
Por supuesto, es la base de la infancia.

 ¿Soles informarte y capacitarte en este tema?
Si, leo mucho, y cuando puedo hago cursos.

 ¿Preparas los materiales anticipadamente?
No siempre.

¿Tenés en cuenta las edades de los niños al momento de elegir un juego o los elementos a utilizar en el mismo?
Es lo primero que pienso cuando elijo un juego, o un juguete.

 ¿Intervenís en el juego de los niños?
Cuando es necesario.

 ¿De qué manera?
De forma directa.

 ¿Propones diferentes maneras de jugar?
Si.

 ¿Te limitas a las condiciones del grupo?
A veces es necesario hacerlo, pero cuando puedo voy más allá.

 ¿Consideras que los juegos que planteas presentan desafíos cognitivos para el niño?
Si.

 ¿Te guías por un encuadre teórico?
La mayoría de las veces.

 ¿Notas que los chicos generan diversas estrategias a la hora de realizar un juego?

No siempre.


Florencia
Docente de jardín maternal (deambuladores I)


 ¿Para vos que es el juego en cualquier contexto?
   Simplemente la forma que tienen los niños de expresarse con sus pares

 ¿Lo consideras importante en cualquier etapa infantil?
Si.

 ¿Soles informarte y capacitarte en este tema?
No demasiado.

 ¿Preparas los materiales anticipadamente?
Cuando es necesario, si.

¿Tenes en cuenta las edades de los niños al momento de elegir un juego o los elementos a utilizar en el mismo?
 Si.

 ¿Intervenís en el juego de los niños?
A menudo.

 ¿De qué manera?
Siendo un jugador más.

 ¿Propones diferentes maneras de jugar?
Todo el tiempo.

 ¿Te limitas a las condiciones del grupo?
Si.

 ¿Consideras que los juegos que planteas presentan desafíos cognitivos para el niño?
Si.

 ¿Te guías por un encuadre teórico?
La mayoría de las veces.

 ¿Notas que los chicos generan diversas estrategias a la hora de realizar un juego?
No demasiadas.




Micaela
Docente de jardín maternal (pre- jardín)


 ¿Para vos que es el juego en cualquier contexto?
Un juego un momento de placer para el niño

 ¿Lo consideras importante en cualquier etapa infantil?
Si

 ¿Soles informarte y capacitarte en este tema?
No como me gustaría.

 ¿Preparas los materiales anticipadamente?
Si

           ¿Tenes en cuenta las edades de los niños al momento de elegir un juego o los elementos a utilizar en el mismo?
Por supuesto.

 ¿Intervenís en el juego de los niños?
Solo cuando es necesario.

 ¿De qué manera?
Metiéndome en el juego con ellos.

 ¿Propones diferentes maneras de jugar?
Si.

 ¿Te limitas a las condiciones del grupo?
La mayoría de las veces, si

 ¿Consideras que los juegos que planteas presentan desafíos cognitivos para el niño?
Si.

 ¿Te guías por un encuadre teórico?
No demasiado.

 ¿Notas que los chicos generan diversas estrategias a la hora de realizar un juego?
No.



BIBLIOGRAFÍA

-          B. de Denles, Cristina E., “Didáctica en el nivel inicial - Teoría y práctica de la enseñanza”, Buenos Aires, Editorial Ateneo, 7ma edición, 1997.
-          Diseño Curricular del Nivel Inicial, Provincia de Buenos Aires, 2006.
-          Diseño Curricular del Nivel Inicial, Provincia de Buenos Aires, 2008.
-          Estrin Wolodarsky, Silvia, Malajovich, Ana María y San Martín de Deprat, Hebe, “Hacia el Jardín Maternal - Dilemas y propuestas”, Buenos Aires, Ediciones Búsquedas, 1994.
-          Kañevsky, Viviana, “Objetivos y material didáctico para el Jardín Maternal.
-          Leñero, Patricia, Pitluk, Laura y Rodríguez, María Esther, “De 0 a 5 - La educación en los primeros años - Jardín Maternal”, Novedades Educativas, 1998.
-          Moreau de Linares, Lucía, “El jardín maternal entre la intuición y el saber”, Buenos Aires, Editorial Paidós, 2004.
-          Porstein, Ana María, “El juego, la selección de objetos y la construcción de diferentes espacios lúdicos en el Jardín Maternal”
-          Revista “Maestra Jardinera”, Suplemento Maternal, Buenos Aires, Editorial Ediba, 2008.
-          Sánchez de Stinsleger, Mónica, Rodrigo, Monona, Fernández, Haydee y Silva, Rosa María, “Jardín maternal - Vivencias y experiencias para compartir la tarea cotidiana - Tomo 1”, Buenos Aires, Editorial Corcel, 1990.
-          www.educacioninicial.com





                                                ÍNDICE


INTRODUCCIÓN...............................................................................        3

DESARROLLO………….……………………………………………….    4
-         Los Jardines maternales y su historia
-         Objetivos……………………………………………………………6
-         Reglamento del jardín maternal
-         Reglamento para el personal…………………………………….7
-         Funciones del servicio médico………………………………… ..8
-         Funciones del servicio social
-         Funciones del personal administrativo.
-         Funciones de la economía.
-         Funciones de las mucamas………………………………………9
-         Funciones del personal de cocina.
-         Plan de actividades.
-         Características del niño…………………………………………10
-         El niño de 0 a 3 meses
-         El niño de 4 a 6 meses……………………………………………11
-         El niño de 7 a 9 meses……………………………………………12
-         El niño de 10 a 12 meses……………………………...…………   13
-         El niño de 13 a 18 meses……………………….….……...........   14
-         El niño de 19 a 24 meses……………………………..……...…..15
-         El niño de 25 a 36 meses……..................................................16
-         El juego…………………………………………………………….17
-         El juego en los niños……………………………………………...   18
-    ¿Por qué juegan los niños?
-         ¿Cómo juegan los niños?………………………………………...19
-         El juego: derechos de los niños………………………………….20
-         Los juguetes………………………………………………………  21
-         Los padres y los juguetes………………………………………...22
-         Los educadores y los juguetes…………………………………..23
-         El juguete y el desarrollo físico y psíquico de los niños……....24
-         El juguete y la formación de la personalidad………………......26
-         La edad y los juguetes…………………………………………....28
-         El docente del jardín maternal…………………………………...29
-         Conclusión…………………………………………………….…..31
-         Entrevistas………………………………………………………...32
-         Bibliografía………………………………………………………...35